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El Profesor Youri Bandajevsky ¡por fin libre !. Creación de un laboratorio «CRIIRAD Bandazhevsky en el Bielorrusia» Un proyecto internacional al servicio de las víctimas de Chernobyl y de todas las personas expuestas a las contaminaciones radiactivas. CRIIRAD CARTA DEL PROFESOR YOURI BANDAZHEVSKY.


Teníamos preparado ya este boletín cuando nos ha llegado la buena noticia de la liberación de Bandazhevsky.
En anteriores boletines y en la revista de Medicina Holística (ver web) hemos publicado diversos documentos sobre sus investigaciones y sobre el CRIIRAD.

Boletín33: El profesor Youri Bandajevski, doctor en anatomopatología, ex director del Laboratorio Central de Investigación Científica de Bielorrusia y Rector de la Facultad de Medicina de Gomel sigue en prisión por haber descubierto y denunciado el impacto de la contaminación radiactiva sobre el corazón especialmente en niños.

Boletín45: Reportaje sobre la situación sanitaria de Bielorrusia que se oculta, en relación con la importante contaminación radiactiva. CRIIRAD. En el pasado mes de abril de 2003, dos representantes de la asociación CRIIRAD que ya hemos presentado anteriormente*, Romain Chazel, vicepresidente y Martial Mazars, doctor en física teórica, han viajado a Bielorrusia, el país más afectado por la catástrofe de Tchernobyl. Resumimos y comentamos aquí algunas de sus conclusiones en los aspectos médicos.

EL PROFESOR YOURI BANDAJEVSKY ¡POR FIN LIBRE! (pero aún necesita nuestro apoyo)


La libertad condicional le ha sido concedida el 5 de agosto 2005. El mismo día ha podido salir de la colonia penitenciaria donde estaba recluido desde el mes de junio 2004. Este periodo había sido la continuación de 4 años de prisión en régimen forzoso. Sin las rebajas de penas asociadas a las amnistías generales, su condena habría durado hasta enero 2007.
Aún no ha recobrado una libertad total: se encuentra aún bajo vigilancia policial (durante los próximos 6 meses) y debe inscribirse en la comisaría de policía de su barrio atestiguando su presencia. Tampoco está autorizado a salir de Bielorrusia. Además el tribunal exige el pago de una multa de 35 millones de rublos Bielorrusos (unos 13 500 euros). Según el juicio emitido el 18 de junio de 2001, no puede ocupar ningún puesto de responsabilidad durante los 5 próximos años.
A pesar de las adversidades que ha atravesado, el Profesor Bandajevsky nunca ha cedido a las presiones.
Siempre se ha negado a reconocer su culpabilidad y nunca ha renegado de sus ideas. Sus convicciones se encuentran por el contrario reforzadas y su objetivo principal hoy es poder retomar sus investigaciones.
Es a partir de esta perspectiva como se ha montado el proyecto de creación del laboratorio CRIIRAD - Bandajevsky. Este laboratorio de investigación trabajará sobre los efectos de las contaminaciones radiactivas y será implantado en Bielorrusia, el país más afectado por la catástrofe de Tchernobyl. Cerca de la mitad de la financiación ya se ha conseguido gracias a la generosidad de los particulares y de sus asociaciones (es decir 70 000) pero aún queda camino por recorrer. Cada cual puede convertirse en co-fundador del laboratorio comprando 1 ladrillo de 50€.
Por otra parte, todos los donativos, incluso muy modestos, permitirán alimentar el fondo Bandajevsky y ayudar al profesor a reunir la suma de 13 500 € que debe pagar al tribunal.
Hasta que no haya pagado esta "deuda", no tendrá la autorización de salir de Bielorrusia. No hay que romper la cadena de solidaridad que le ha ayudado a resistir hasta hoy.

CREACIÓN DE UN LABORATORIO «CRIIRAD BANDAZHEVSKY EN EL BIELORRUSIA»
UN PROYECTO INTERNACIONAL AL SERVICIO DE LAS VÍCTIMAS DE CHERNOBYL Y TODAS LAS PERSONAS EXPUESTAS A LAS CONTAMINACIONES RADIACTIVAS:


· Instalar un laboratorio biomédico en Bielorrusia, el país más afectado por Chernobyl, con el fin de proseguir las investigaciones sobre los efectos patológicos con las incorporaciones crónicas de productos radiactivos,

· Un laboratorio dirigido por la Dra. Galina Bandazhevskaya y el Profesor Youri Bandazhevsky.

· Un laboratorio administrado por CRIIRAD, con las mismas garantías éticas de competencia, de independencia y de transparencia que su laboratorio de Valence, en Francia.

Este sueño puede y debe convertirse en realidad.

En 1986, un puñado de ciudadanos, asombrados por la desinformación que difundían los servicios oficiales franceses, decidió montar un laboratorio especializado que trabajase en total independencia y que estuviera al servicio de todos los que quisieran informaciones fiables sobre la contaminación de su ambiente y de sus alimentos.
Era una apuesta un poco loca, pero se ha ganado.
La población francesa ha respondido hasta el presente y aportado la financiación necesaria.

Dieciocho años más tarde, el laboratorio de la CRIIRAD interviene por todas partes en Francia y, cada vez, más en el extranjero.
En 2005, la CRIIRAD se lanza en un nuevo proyecto, igualmente fundamental. Ha recibido en efecto un llamamiento de ayuda del profesor Youri Bandazhevsky y de su esposa Galina para permitirles continuar sus investigaciones creando un laboratorio biomédico en Minsk, capital de Bielorrusia.
Hace un mes, nos llegó un fax, escrito de la mano de Youri que ha insistido para redactarlo en francés y que hemos traducido al español:

"¡Presidente de la CRIRAD
Querido presidente!
Pido que me acepten en CRIRAD.
Querría trabajar en el CRIRAD."
Profesor Youri Bandazhevsky. 28.01.05.

En el transcurso de la misión que la CRIIRAD ha organizado en el Bielorrusia a fines de enero último y llamadas telefónicas regulares entre el profesor y el vicepresidente de la CRIIRAD, el proyecto se ha precisado:

1/ La CRIIRAD contrata primeramente a la doctora Galina Bandazhevskaya (firma del contrato en el momento de su venida a Francia para participar en el coloquio internacional de los días 1 y 2 de abril en Lyon Charbonnières), después al profesor Youri Bandazhevsky en cuanto sea liberado (o que obtenga la libertad condicional) a comienzos de 2007.

2/ La CRIIRAD lanza una suscripción internacional con todos aquellos que han sostenido al profesor en su combate por la verdad sobre las consecuencias sanitarias de las contaminaciones. Tenemos que reunir los fondos necesarios para la compra del laboratorio, es decir, 110 000 euros.

Ayúdenos a llevar a cabo este proyecto.
CRIIRAD. Comisión de Investigación y de Información Independiente sobre la Radiactividad.

La CRIIRAD nació en 1986, en Francia, al día siguiente de la catástrofe de Chernobyl, en reacción contra las mentiras difundidas por las autoridades francesas y la falta de protección de las poblaciones, y en particular de los niños. Estructura atípica, asociando las garantías éticas de una asociación sin fines lucrativos y la profesionalidad de un laboratorio especializado, la CRIIRAD trabaja desde hace 18 años sobre todas las cuestiones relativas a la radiactividad, a su utilización y a sus efectos sobre la salud.

Gracias a su laboratorio, ella controla el estado radiológico del medio ambiente y de los productos alimenticios y, en caso de contaminación, informa a las poblaciones, alerta a las autoridades y se esfuerza por hacer sancionar a los agentes contaminantes. Debido a su competencia científica y a su independencia, es solicitada cada vez más, incluso desde el extranjero (Japón, Níger, Italia y Bielorrusia en 2003-04), pero también es atacada cada vez más por el lobby nuclear y sus satélites que se enfadan por no tener ningún medio de presión sobre ella.

I. Desde hace 4 años, la CRIIRAD aporta su ayuda a científicos de Bielorrusia, país más fuertemente afectado por la catástrofe de Tchernobyl. Varios proyectos científicos se han puesto en marcha con el instituto de protección radiológica BELRAD, que dirige el profesor Vassili Nesterenko, con el fin de ayudar a las poblaciones obligadas de vivir todavía en zona contaminada. Un trabajo de información y de asistencia se ha realizado igualmente en favor del profesor Youri Bandazhevsky, antiguo rector del Instituto de Medicina de Gomel, condenado sin pruebas a 8 años de prisión. (cf. Histórico sobre nuestro sitio web: www.criirad.org).

Desde el 28 de mayo de 2004, Youri Bandazhevsky está en relegación y su situación personal puede evolucionar de un momento al otro. Youri Bandazhevsky desea seguir efectuando un trabajo científico sobre las consecuencias sanitarias de la catástrofe de Chernobyl. Sus convicciones no han sido abandonadas. En 1990 él, joven profesor de medicina especializado en anatomía patológica, apasionado por su trabajo, se encontraba trabajando en las regiones más contaminadas cuatro años después de la catástrofe de Chernobyl.

Allí, con el equipo que dirigía en el Instituto de Medicina de Gomel hasta 1999, hizo progresar los conocimientos sobre el impacto sanitario de contaminaciones internas. Su trabajo y sus demostraciones experimentales, han aclarado la fisiopatología de todo un conjunto de enfermedades, pudiendo ser debidas cada una de entre ellas a una concentración anormal del cesio 137 en el órgano enfermo (corazón, hígado, riñón, sistema digestivo, etc.).

Queda mucho por hacer para comprender las relaciones entre la contaminación radiactiva y el aumento de la mortalidad perinatal o de las malformaciones congénitas; para comprender el papel de los radionucleidos en la aparición de nuevas enfermedades genéticas o de enfermedades conocidas como la diabetes, la arteriosclerosis, hipertensión y el infarto de miocardio (apareciendo a edades cada vez más tempranas, hasta en niños pequeños); para comprender cómo puede provocar el cesio enfermedades de corazón y riñones en los niños, o alterar el sistema nervioso central o la visión.

Naturalmente, hace algunos meses, desde su puesta en situación de relegación por las autoridades del Bielorrusia, el profesor Youri Bandazhevsky se ha dirigido a la CRIIRAD para proponernos una colaboración científica.

Después de la reflexión, el proyecto de una contratación del profesor Bandazhevsky y de la construcción de un laboratorio de investigación biomédica en Bielorrusia ha visto la luz.

A fines de enero de 2005, los representantes de la CRIIRAD fueron a Minsk (capital del Bielorrusia) para encontrarse con la mujer del profesor Bandazhevsky, ella misma médico especializada en pediatría, y consolidar los lazos de colaboración científica con el Instituto Belrad. En conjunto hemos decidido declarar a las más altas autoridades de Bielorrusia (Presidente y Ministro de Asuntos Exteriores) que: «Estábamos listos para firmar con el Profesor Bandazhevsky un contrato para crear y financiar un laboratorio científico sobre el territorio de la República del Bielorrusia» del cual sería el Director.

La realización de un proyecto tan ambicioso es muy costosa; la CRIIRAD lanza un llamamiento para ayudar a realizar en las mejores condiciones posibles esta nueva actividad.

Es por eso por lo que la CRIIRAD, hace un llamamiento a todos los que quieran sostener la investigación independiente sobre las consecuencias sanitarias del accidente de Chernobyl (particulares, asociaciones, colectividades territoriales...)

El trabajo que se realizará en este nuevo laboratorio está en total adecuación con las misiones fundamentales de la CRIIRAD que son la investigación y la información independientes. Lo que ocurre en Bielorrusia es esencial para nuestro futuro. Si queremos conocer un día el verdadero impacto de la catástrofe de Chernobyl, debemos disponer de fuentes de información fiables, en particular en los países más afectados. Es necesario que las investigaciones puedan ser conducidas por científicos independientes de los industriales. Este no es el caso hoy, los balances de la catástrofe de Chernobyl que nos llegan, pasan por el filtro de las grandes organizaciones pro nucleares. ¿Cómo oponerse al peso de las cifras y de los estudios si no tenemos nada concreto que presentar?

Es a partir de esta misma interrogación cuando en 1986 simples ciudadanos experimentaron la necesidad de disponer de un laboratorio especializado en las medidas de radiactividad para hacer cara al mínimo sistemático de las cifras y al rechazo a proteger a la población francesa, creando la CRIIRAD.

Ahora mismo, la historia se repite es esta misma voluntad del derecho a saber la que nos anima. Deseamos fuertemente que la movilización ciudadana esté a la altura de este acontecimiento.

Carta redactada por el profesor Youri Bandazhevsky, (extractos)


16 de febrero de 2005

¡«Queridos amigos
Actualmente, mis proyectos de vida personal y profesional se unen directamente a mi condición de prisionero en residencia vigilada.

Vista mi posición con relación a la sentencia pronunciada contra mí por el tribunal, y vista la actitud del poder en mi contra en lo que concierne al respeto de los derechos del hombre, está claro que no puedo contar con la mejora de mis condiciones de vida en un futuro cercano. Mi condena se termina el 6 de enero de 2007, y esta fecha es para mí un punto de indicación. Quiero subrayar que sigo siempre siendo fiel a mis principios. A pesar de la ausencia de condiciones acomodadas para el trabajo científico, emprendo todas las acciones posibles para continuarlo. Estoy muy agradecido de todas las personas y las organizaciones que intentan ayudarme.

Todos mis pensamientos durante los 8 últimos años de mi vida, están sujetos a las consecuencias del accidente de Chernobyl y al estudio del impacto de las radiaciones ionizantes sobre el organismo humano. Se puede llamar difícilmente eso un trabajo, es más bien una cruz que debemos llevar, y que considero como la misión de mi vida. En prisión, como no tenía la posibilidad realizar investigaciones clínicas, ni experiencias sobre los animales de laboratorio, concentré todos mis esfuerzos sobre la escritura de artículos científicos, tratando de la influencia del cesio radiactivo sobre los organismos humano y animal. Es en lo esencial el análisis de los resultados de los estudios que había llevado a cabo con mis alumnos del Instituto de Medicina de Gomel de 1990 a 1999.

En mi celda de la prisión de Minsk, donde estuve de 2001 a 2004, anotaba cuidadosamente mis reflexiones en mi diario. Después de mi traslado a residencia vigilada en un pueblo, he empezado a escribir un libro titulado «La Filosofía de mi vida» basándome en estas reflexiones. Contiene las informaciones autobiográficas, las notas científicas más significativas, y los artículos que escribí en prisión. Hoy, este libro está prácticamente terminado. Trabajo sobre su presentación, pues tengo la intención de presentarlo a mis amigos de CRIIRAD para que se encarguen de su publicación. Espero que atraerá el interés de las personas que no son indiferentes a la suerte de las gentes constantemente expuestas a la radiactividad.

Querría subrayar que la CRIIRAD reúne a personas que obran sin compromiso por una justa interpretación de los resultados de los estudios sobre las consecuencias sanitarias del accidente de Chernobyl. Su acción para informar la opinión pública sobre los trabajos que muestran los efectos nocivos de las radiaciones ionizantes merece un gran respeto. La actividad de la CRIIRAD está muy cerca de mis convicciones. Hoy es con esta organización científica con la que quiero cooperar, y con ella que quiero proseguir mis investigaciones científicas. La creación de un pequeño laboratorio especializado en colaboración con la CRIIRAD me permitiría comprobar mis ideas e hipótesis, que se pueden transformar, más tarde, en estudio científico de gran amplitud. Este proyecto me da esperanzas, y deseo de vivir, de trabajar, y de luchar contra las adversidades de la vida.

Diciendo eso, no quiero ofender a las otras asociaciones y los fondos, que me han ayudado y me continúan ayudando en mi lucha por la verdad. Pero, es cuestión de mi actividad principal, de mis investigaciones con relación a los procesos patológicos provocados en el organismo en contestación por la absorción de radionucleidos. Este no es un trabajo que pueda producir un beneficio financiero, entonces no atraerá a gente que tenga proyectos comerciales. Al mismo tiempo, pienso que este trabajo es extremadamente importante, ya que los otros proyectos dependen de los resultados de estas investigaciones.(…)

El rechazo a mi liberación condicional [el 31 de enero último] por la dirección de la residencia vigilada, subraya la gravedad del problema del cual depende no solamente mi vida, sino también las de varios millones de personas (…) Actualmente, los progresos tecnológicos se vuelven contra la humanidad, ya que no están fundados sobre valores espirituales, sino sobre la avidez del provecho y la prosperidad financiera. El desarrollo de la energía atómica es un ejemplo muy característico. La carrera del hombre hacia los bienes materiales ha transformado este inmenso progreso tecnológico en un medio para su destrucción. La gente se ha encontrado sin defensa ante el peligro atómico, tanto ante de las armas nucleares como ante los reactores que producen electricidad. Habiendo creado el monstruo atómico, la humanidad no aprendió a dominarlo. De aquí vienen los inmensos sufrimientos físicos y morales de las poblaciones. Y van a aumentar todavía si no cambiamos el comportamiento de nuestra sociedad frente a la energía atómica (…)»
Profesor Youri Bandazhevsky.

Para más información:

CRIIRAD Comisión de Investigación y de Información Independientes sobre la Radiactividad.
471 Avenue V. Hugo 26000 Valence (Francia) Sitio web : www.criirad.org
bureaucriirad@freesbee.fr (o contact@criirad.org)

Contacto: Roman Chazel (puede hablar español)
06.88.94.73.07 / (33) 04.75.98.58.01

Las donaciones tienen que ser dirigidas a : CRIIRAD 471, avenida Victor Hugo 26000 Valence, Francia. (precisar laboratorio CRIIRAD / BANDAZHEVSKY)

Para ser informado regularmente y participar en las acciones para la preservación del medio ambiente, la protección sanitaria de la población y la lucha contra la desinformación, se puede afiliar a la asociación (40 euros).
CRIIRAD 471, avenida Victor Hugo 26000 Valence, Francia contact@criirad.org


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