Traerán el horror de la guerra a casa.
Volverán contaminados como los veteranos de la pasada guerra de 1991. Y no es necesario que estén en el frente. Muchos veteranos muertos o enfermos ni siquiera lo pisaron, como el oficial médico Ray Bristow que estuvo todo el tiempo en Arabia Saudita.
De vuelta serán abandonados a su suerte y sus enfermedades o decesos no se reconocerán, como ya ha sucedido con los afectados de la guerra del Golfo y de Kosovo.

Los soldados afectados por el síndrome del golfo fundamentalmente originado por la utilización de las armas radiactivas experimentales son según fuentes de los veteranos unos 250.000 afectados.( P. Sullivan "National Gulf War resource Center" declaraciones en el video "la guerra radiactiva secreta" de Maisonnier, recortadas en la versión emitida en España por Canal Plus (disponibles en la versión francesa).
Esto contrasta explosivamente con el Balance triunfalista del ejército Norteamericano cuyo resumen es: Solo 148 americanos murieron en combate. 34 por "tiros amigos" (es decir por disparos de sus compañeros) y que sólo hubo 467 americanos heridos en combate.

Las enfermedades relacionadas con el Síndrome del Golfo no han sido reconocidas. Oficialmente han sido metidas en un cajón que los médicos han llamado "estrés post traumático".
Sin embargo existen numerosas evidencias de que han sido contaminados por el mal llamado Uranio Empobrecido (UE).

Bernard Rostker, subsecretario de Defensa afirmó que :
"no harán investigaciones sobre el uranio empobrecido porque no es necesario." ¿ Quién era el subsecretario de defensa responsable del Pentágono?:
Bernard Rostker es un burócrata superior del coronel Eric Daxon cabeza visible de la ocultación del síndrome del Golfo en el ejército norteamericano.
El coronel médico Dr. Durakovik, especialista en radioprotección del pentágono, despedido por tratar a los veteranos enfermos que fue el primero en detectar en sus autopsias la presencia de Uranio 236 (que demuestra que no solo se había utilizado Uranio empobrecido) nos informa de sus incompetencias: " El Dr. Rostker no sabe nada de medicina, ni de física nuclear ". Rostker presenta un aspecto sudoroso de cerdo acorralado en el reportaje disponible en el video mencionado.

La Dra. Melissa McDiarmid que se ocupa de los veteranos que estuvieron en contacto con el uranio empobrecido afirma que "los veteranos expuestos durante la Guerra del Golfo continúan excretando concentraciones elevadas de uranio en sus orinas", como por ejemplo 5000 veces la usual en el comandante Doug Rokke. Y hay que recordar que la mayor parte de las partículas radiactivas inhalables son insolubles y no se excretan en orina como hemos explicado anteriormente (armas contra la guerra nº7). Por lo tanto la contaminación es en muchos casos indetectable...
Se observan serias perturbaciones del sistema nervioso y del sistema de reproducción".
Muchas mujeres vueltas del Golfo tuvieron problemas ginecológicos y tuvieron que sufrir histerectomías precoces. En otros casos tuvieron abortos espontáneos.

" El VA ha constatado la presencia de uranio empobrecido en los testículos y el esperma de algunos antiguos combatientes de la Guerra del Golfo. Ese departamento también ha señalado problemas neurológicos crecientes en individuos en cuyas orinas se detectó la presencia de uranio empobrecido en cantidades más elevadas. Muchos estudios médicos prueban que el uranio empobrecido es un problema. "
Esto no era nuevo ya en los años 50. Algunas esposas de los trabajadores Oak Ridge que estaban en contacto con el uranio se quejaron del efecto del esperma ardiente .

No se proporcionó cuidados médicos mas que a un reducido número de heridos por "tiros amigos". El Ministerio de Defensa reconoce ciento trece o ciento catorce.
En 1992 se puso en marcha un programa de estudios sobre un pequeño número de veteranos afectados concerniendo sólo a 33 veteranos que fueron estudiados del 92 al 98. Se dijo que había habido 33 veteranos expuestos solamente. Este proyecto dirigido por el coronel Eric Daxon de la AFRRI fue realizado en el centro médico de veteranos de Baltimore fraudulentamente. Él estableció el protocolo, él seleccionó a los veteranos que debían ser incluidos en este estudio y los que no.

Las trampas y chantajes contra los veteranos:

Los veteranos no sólo no han sido tratados por los servicios médicos militares sino que tampoco lo han sido por los médicos civiles, ni por los seguros privados que no aceptan tratar alteraciones consecutivas a una guerra.

El capitán Denise Nichols vicepresidente de la coalición de veteranos de Vietnam y del Golfo denuncia que:
" Antiguos combatientes les señalan frecuentemente la desaparición de algunos elementos de su dossier en el VA (Veterans Administration Hospital).
" Cuando los soldados han visitado médicos civiles obteniendo análisis e informes y los han traído a las autoridades militares éstas han afirmado que siempre hay una posibilidad de error en los análisis y lo único que les han propuesto son antálgicos y antidepresivos. Esto es lo que me sucedió a mí misma.
Desde el primer día estoy pidiendo tasas de mortalidad. Son muy difíciles de obtener. En una época pude publicar cifras sobre este tema pues un representante del VA me daba informaciones escritas. Las cifras se doblaron en menos de seis meses.
Cuando las dí a la prensa y se publicaron, la reacción fue inmediata. Mi informador fue despedido.
Hasta donde yo sé se habla de nueve mil muertos solo en él VA pero uno de nuestros jefes de grupo habla de trece mil. Sé que muchos decesos no están contabilizados, sé que sus familias no han hecho los trámites".

En Estados Unidos se ha sometido a los veteranos a un chantaje para que no hablen. Este esquema se ha copiado en Europa y en España para los afectados del síndrome del Golfo y de los Balcanes.
La ley Feres Norteamericana prohíbe a todo militar hacer un proceso judicial al Gobierno, lo que quiere decir que los militares pueden hacer lo que les dé la gana porque gozan de la inmunidad del Ministerio de Defensa corroborada por la Corte Suprema en el caso de las demandas por lesiones de guerra.
Esta ley funciona desde 1951 año en que un militar demandó porque se habían dejado dentro su vientre una compresa de 29 centímetros por 43 centímetros que había encontrado un médico civil y que los médicos militares cuando le operaron se habían olvidado de retirar. La Corte Suprema decidió que no había lugar al proceso... . Menos mal que EEUU es un país democrático...

Por ejemplo en el caso de los niños malformados la enfermera sargento Carol Picou afectada nos explicó en 1991, durante su estancia en España que hoy la situación es todavía peor: "los que han demandado han perdido sus procesos contra el gobierno. Existe una ley en los Estados Unidos que prohíbe a un soldado demandar al Estado por las lesiones recibidas en combate y desde la Guerra del Golfo esta ley ha sido extendida a las familias de los soldados.
Por lo tanto los veteranos no quieren implicarse, si hablan, ¿quién va a asumir el tratamiento de sus hijos?. La mayoría de los soldados que han tenido niños con malformaciones deben seguir siendo soldados para que se trate a sus hijos. Si acusan a los que los emplean se quedarán sin nada (recuérdese que no existe Seguridad Social en Estados Unidos). Es muy duro. Desde que comenzáis a hacer ruido y quejaros perdéis todas las ventajas. Algunos lo han hecho pero muchos de mis amigos ya no quieren hablar."
El capitán Denise Nichols denuncia que en el caso de las denuncias sobre las malformaciones en hijos de veteranos:
" hubo audiciones individuales pero que jamás se obtuvo que los antiguos combatientes que han tenido hijos enfermos con malformaciones fuesen oídos colectivamente... "
Resultado:
" Perdieron sus procesos, apelaron a la Corte Suprema. La Corte Suprema se negó juzgar los casos afirmando que la ley Feres prohíbe a los soldados y a los miembros de su familia procesar al gobierno. Están desesperados pero no tienen ningún recurso legal, se les enmudeció. "
La maquinaria legal les impidió dar curso a sus justas demandas.

Pero hoy los veteranos retoman su voz.

Como el comandante médico Doug Rokke, máximo encargado del pentágono de la descontaminación de los vehículos alcanzados por "tiros amigos" (ver sus declaraciones en el comunicado anterior) se han convertido en activistas y encabezan el movimiento contra la nueva guerra.
Los veteranos del Golfo y de Vietnam están advirtiendo a los soldados de todos los países que van a la nueva guerra de que su gobierno los sacrificará despiadadamente, como hizo con ellos anteriormente.

Los bancos de esperma norteamericanos están haciendo rebajas para los creciente militares que quieren congelar sus espermatozoides.

Los soldados destinados al Golfo se están negando a vacunarse y, en el caso del ejército australiano, son devueltos a casa por ello...

Es imprescindible hacer llegar estas informaciones a todos los destinados al Golfo, como un arma más contra la guerra.

Soldadito soldadito
antes de ir a la guerra
piénsatelo un poquito,
escucha al que ya ha ido
y ha vuelto bien jodidito.

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