1- Un experto en accidentes aéreos cuestiona la
segunda explosión del avión que impactó contra el
WTC y la califica de imposible. Pero. por favor, rebobinad vuestras mentes un momento para preguntaros algunas cosas. ¿Cómo es que la segunda explosión del avión en las torres es totalmente diferente de la primera? Según Marek Glogoczowsy, físico nuclear polaco que conocí en la reunión de Praga sobre armamento radiactivo en 2001, consultó al Coronel retirado de las fuerzas aéreas polacas Zygmunt Galicki de Wroclaw, experto en mantenimiento de aviones y en accidentes aéreos que trabajó como especialista en varios países árabes, unos meses después, cuando tenía 71 años, el cual le repondió: la segunda explosión es imposible. No se trata de que todas las filmaciones hayan sido trucadas evidentemente. En el primer impacto el avión se empotra en la fachada; se produce una discreta explosión que no tiene nada que ver con la del segundo avión. En el segundo impacto las cámaras nos mostraron desde todos los ángulos una gigantesca bola de fuego que superaba el diámetro de la torre. Los aviones eran ambos Boeing los cuales llevan como combustible keroseno, que no estalla de esa forma según afirma el Coronel retirado de las fuerzas aéreas polacas Zygmunt Galicki de Wroclaw. Rebobinad vuestros videos o vuestra memoria sobre el acontecimiento y veréis que los dos impactos son completamente distintos. La conclusión que se impone es que el segundo avión llevaba explosivos de alta potencia dentro. La única alternativa (bastante inverosímil) es que los explosivos estuviesen en los pisos de las torres con las que chocaron. Dicho sea de paso los Boeing llevan además contrapesos de unos 400kg de uranio, supuestamente empobrecido. Recordemos que el UE es utilizado en las municiones de las guerras de Iraq, Yugoslavia y Afganistán y que como hemos demostrado en la revista y en anteriores boletines, no es UE de baja radiactividad si no que contiene además los elementos antinaturales más tóxicos y peligrosos que existen. El calor generado por su explosión produce partículas, en su mayoría cerámicas, de un tamaño tan pequeño que puede ser inferior a una micra (una milésima de milímetro). Estas partículas son respirables y de muy difícil eliminación. Las partículas radiactivas se difundirán a todo el planeta, inevitablemente, contaminándolo para siempre. Un ejemplo trágico fue el accidente donde un Boeing se empotró en un bloque de edificios en un suburbio de Holanda produciendo la contaminación radiactiva de los ciudadanos. La historia es la siguiente: En octubre de 1992 un avión Boeing 747 de la compañía israelí El Al incendiado se estrella contra unos edificios de los suburbios holandeses. En el incendio la temperatura alcanza más de 1.200 grados lo que quiere decir que una gran parte de los 400 kg. de UE contenido en sus contrapesos se vitrifica y se convierte en un aerosol Oficialmente, como siempre, las declaraciones minimizan los riesgos: "no hay peligro para la salud pública". Pero es un hecho que, inmediatamente, aparecieron expertos con trajes de "marcianos" NBC (de protección contra la guerra Nuclear Biológica Química) en el lugar del accidente lo que prueba que conocían los riesgos. En 1993, un año después del accidente, la presencia de uranio "empobrecido" en el avión es denunciada por la fundación Laka, Centro de investigación y de documentación de Amsterdam. Las autoridades holandesas al igual que la compañía israelita lo reconocen. Ocho años más tarde seis mil personas se consideraban enfermas tras el accidente. Algunos tienen uranio en su cuerpo. Otros tienen enfermedades similares a los veteranos del síndrome del Golfo (Martin Meissonnier & col. "Uranium appauvri. La guerre invisible" Robert Laffont, 2001) Hemos informado sobre el accidente en la pgna. 65 del nº 62. y en el nº 64 de la revista, pgna 48. El accidente de la compañía israelí El Al no es el único, ha habido otros. La primera evidencia de que los aviones comerciales llevaban elementos radiactivos la tuvimos en 1979. Fue la del accidente de aviación que costó más vidas en la historia de los accidentes aéreos y que tuvo lugar cuando dos Jumbos repletos de gente chocaron en la pista del Aeropuerto de los Rodeos de Tenerife. Los Rodeos ha sido apodado el "aeropuerto de la muerte" ya que está inteligentemente situado en un punto de la isla habitualmente cubierto por las nubes que pasan de la ladera noroeste a la este. Lo denunciamos con mi amigo Alfonso del Val en una conferencia "La energía nuclear a debate" en el club la prensa de Tenerife, Islas Canarias. El día 19 abril de 1979. Años antes, el 20 de diciembre de 1984, una circular del Departamento de Transportes, Administración de la Aviación Federal USA (que tenemos y hemos reproducido hace años en el nº 54 de la revista Medicina Holística) prevenía a su personal de los riesgos del "uranio empobrecido" utilizado para contrapesar aviones en caso de accidentes. El mayor riesgo, afirma, "es el efecto nocivo que el material podría tener si se introduce en el cuerpo. Si las partículas son inhaladas o ingeridas, pueden ser químicamente tóxicas y producir una importante irradiación a largo plazo de los tejidos internos." http://www.nytimes.com/2001/01/07/world/07BOSN.htlm. ¿Cómo explicar que los EEUU no se molestaran en informar de los efectos tóxicos a sus propios soldados durante la guerra contra Iraq en 1991, por no hablar de la de Yugoslavia, Afganistán, etc. cuando estaban reconocidos por el documento de la aviación civil norteamericana mucho antes? De hecho estaban reconocidos incluso mucho antes. Hemos publicado documentos reservados a los militares especialistas en guerra nuclear que demuestran que estos efectos eran conocidos como mínimo desde 1957 ( nº 54 de la revista Medicina Holística). 2- ¿Se ha detectado radiactividad en la zona de los accidentes del WTC y del Pentágono? La respuesta es sí . La EPA, Agencia de Protección Medioambiental ha confirmado contaminación radiactiva del terreno circundante al Pentágono donde el avión (o lo que fuese) estalló el 11 de septiembre. -(Depleted uranium: devastation at home and abroad. Leurent Monet. San Francisco bay view, 7 noviembre, 2001. www.wagingpeace.org/articles/02.01/020117moret.htm) -(todliches uran-recycling. Geseko von Lupke, Ntur Enero 2002. http://warp6.dva.de/sixcms/detail.php?id=112520. En el caso del WTC se ha comprobado que se diseminaron materiales radiactivos por mediciones de radiactividad medida con simples contadores geiger de mano y documentadas por numerosos residentes de Nueva York (N.Y. air hazards found: EPA assurances contradicted by UCD scientists. E. Lau & Bowman, Sacramento bee 12 febrero 2002.) Leurent Monet, El Dr. Thomas Cahill, profesor emérito de física y de ciencias atmosféricas, realizó un estudio independiente del aire alrededor del punto cero en el W.T.C después del 11 de septiembre. (Detection and evaluation of long-range transport of aerosol (DELTA) group, http://delta.ucdavis.edu/) Su investigación demostró la existencia de partículas entre 2,5 y 0,09 micras (milésimas de milímetro) a una milla al norte del centro 5 meses después del 11 de septiembre. (N.Y. air hazards found: EPA assurances contradicted by UCD scientists. E. Lau & Bowman, Sacramento bee 12 febrero 2002) La diseminación de micropartículas de metales es un asunto poco estudiado. La combustión a altas temperaturas de metales y otros elementos genera grandes cantidades de partículas de tamaños muy pequeños que no se pueden inhalar. El Coronel Durakovic explica en sus trabajos que las partículas de uranio son inhalables a partir de 10 milésimas de milímetro. En el caso de las partículas de uranio la mayoría de ellas son cerámicas insolubles (creadas por el calor) que no pueden ser eliminadas y por lo tanto son especialmente peligrosas cuando se incorporan al organismo. Sin embargo la EPA, Agencia de Protección Medioambiental, no ha difundido sus mediciones en el WTC ni ha hecho recomendaciones para proteger a la población de la contaminación radiactiva. ( www.mindfully.org/nucs/2003/Leuren-Moret-Gen-Groves21feb03.htm) Según la agencia EFE muchos de los trabajadores que retiraron los escombros están enfermos y más de 2.000 reclaman 350 millones de dólares al gobierno. Ninguna compañía de seguros quiso cubrir los riesgos por considerarlos demasiado elevados y las administraciones de la ciudad de N.Y y el Gobierno Federal se pasan la pelota, mientras la EPA mantiene su cómplice silencio. Este aumento de la radiactividad puede proceder de los contrapesos de
los aviones Boeing que estallaron contra las torres que llevan UE, pero
también de las explosiones subterráneas que demolieron las
torres como hemos documentando en un anterior boletín (armas nº
40). (**) Enlace con las fotos que no mostraron los medios de comunicación: 4- PRÓXIMAS CONFERENCIAS.
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