Boletín 506

6 Septiembre 2013

¿Qué está pasando realmente en Siria?
Parte LIX

  • Los psicópatas que promueven la guerra en Siria cavan su propia tumba.
    Alfredo Embid
  • Verdad oficial, verdad real e impunidad para la Masacre de Houla, Siria.
    Marinella Correggia, Alfredo Embid, Ronda Hauben, Adam Larson
  • 2 artículos de Thierry Meyssan.
    - ¿Están dispuestos los occidentales a bombardear Siria?
    - Las Luces contra el colonialismo.
  • Las «pruebas» secretas de la CIA contra Assad.
    Manlio Dinucci
  • Demencia criminal del régimen de Estados Unidos.
    Finian Cunningham

CONTRA LA AGRESIÓN IMPERIALISTA EN SIRIA.
Plataforma contra las guerras imperialistas.
ACTO PUBLICO:
"CONTRA LA INTERVENCIÓN MILITAR EN SIRIA-POR LA CONFERENCIA DE PAZ DE GINEBRA"
Lunes 9 de septiembre 2013, 8 TARDE
Salón de Actos del Ateneo de Madrid.

 

Los psicópatas que promueven la guerra en Siria cavan su propia tumba

Alfredo Embid

 

Foto: Guerra contra Siria construida sobre una mentira

Numerosos autores y medios de contrainformación se han levantado para denunciar la locura de una agresión a Siria, opinión compartida por la mayoría de la humanidad incluso por los ciudadanos de Estados Unidos  donde entre un 80 y un 90 % se muestran contrarios a la intervención militar.

Entre ellos destaca la Red Voltaire y Global Research. En este boletín puedes leer algunos de sus trabajos:

La actual coartada del ataque químico en Gouta es un tercer intento de engañar a la población para que acepte otra Guerra humanitaria.
El primer intento; la Matanza de Houla, fue documentadamente desmontado y fracasó, aquí tienes un informe más de los muchos que hemos publicado, que demuestra como se orquestó el fraude.

Verdad oficial, verdad real e impunidad para la Masacre de Houla, Siria.
Marinella Correggia, Alfredo Embid, Ronda Hauben, Adam Larson. Global Research.
PDF de 79 pgs. (en inglés) Descargar

El segundo intento siguió al primer ataque químico en Jan al Asal, en la provincia de Alepo el pasado 23 de marzo. El «prestigioso» periódico le Monde se cubrió de mierda tratando de promocionar la versión que acusaba al gobierno, como le sucedió al igualmente «prestigioso» New York Times difundiendo la mentira de las armas de destrucción masiva que siguen sin encontrarse en Irak.

Ver la crítica en nuestro video Boletín 499


http://www.ciaramc.org/ciar/boletines/cr_bol499.htm

El monopolio de la información audiovisual se esta acabando igual que el mundo unipolar que hemos soportado desde hace mas de 20 años.
No lo digo yo, lo reconoció Hillary Clinton hace unos meses. En concreto dijo literalmente "estamos perdiendo la guerra de la información".

El ejemplo mas claro es el canal qatarí “Al-Jazeera” que pasó de 43 millones a sólo seis millones de espectadores en todo el mundo por mentir sobre la actual situación en Siria, como igual hizo con Libia en 2011.
El canal RT en inglés es el ejemplo inverso mas expectacular. A principios de 2011 alcanzó 300 millones de visitas mientras que la CNN internacional no llegaba a 3 millones Boletín 459. Este año no solo se ha convertido en el primer canal de noticias si no que ha superado los mil millones de visitas en YouTube. Además puedes ver su versión en español 24 h. al día y comprobar que su tratamiento del conlicto sirio es opuesto al de las grandes cadenas occidentales que en lugar de ganar audiencia la pierden.

Esto es fundamental, porque si estos medios que antes ostentaban el monopolio pierden la guerra de la información…
se acabaron sus guerras
y en consecuencia su dominación ...

Afortunadamente los desacreditados medios de desinformación masiva tienen cada vez mas difícil vendernos otra guerra.
Su credibilidad está cayendo en picado, gracias a las mentiras criminales que diseminan, igual que la de todos aquellos que las han justificado.

Para ayudar a enterrarla difunde el próximo acto de la Plataforma contra el Imperialismo en el Ateneo de Madrid.

Fuente
Verdad oficial, verdad real e impunidad para la Masacre de Houla, Siria
Official Truth, Real Truth, and Impunity for the Syrian Houla Massacre of May 2012
Authors: Marinella Correggia, Alfredo Embid, Ronda Hauben, Adam Larson
(PDF, 79 pages) – CIWCL download page) http://ciwclibya.org/reports/realtruthhoula.html
Artículo de presentación del dossier en Global Research: Syria : One Year After the Houla Massacre. New Report on Official vs. Real Truth By Adam Larson
Global Research, May 18, 2013
http://www.globalresearch.ca/syria-one-year-after-the-houla-massacre-new-report-on-official-vs-real-truth/5335562

¿Están dispuestos los occidentales a bombardear Siria?

Thierry Meyssan

Fingiendo creer en la existencia de un ataque químico del gobierno sirio contra su propio pueblo, Washington, Londres y Paris hacen sonar los tambores de guerra. ¿Hay que tomar en serio esas amenazas provenientes de los mismos Estados que llevan 2 años anunciando la caída inminente de Siria? Aunque es una opción que no puede excluirse, Thierry Meyssan piensa que es menos probable que una intervención organizada por Arabia Saudita. Toda esta agitación tendría como objetivo poner a prueba las respuestas de Rusia e Irán.


¿Qué mosca ha picado al Premio Nobel de la Paz Barack Obama? El domingo 25 de agosto de 2013, la Casa Blanca publicó un comunicado en el que un alto funcionario anónimo afirmaba que hay «muy pocas dudas» del uso en Siria de armas químicas contra la oposición. El comunicado agrega que el consentimiento de Siria para permitir que los inspectores de la ONU penetren en la zona del ataque químico llega «demasiado tarde para ser creíble».
Si bien el uso de armas químicas en la periferia de Damasco reportado el miércoles 21 de agosto de 2013 parece bastante probable, el Consejo de Seguridad de la ONU no concluyó que fuese atribuible al gobierno sirio. En una reunión urgente solicitada por los occidentales, los embajadores quedaron sorprendidos cuando su colega ruso les presentó fotos captadas por los satélites de su país en las que pueden verse los disparos de 2 obuses –a las 01 horas y 35 minutos de la mañana– realizados desde la zona de los rebeldes en Duma hacia las zonas, también rebeldes, que resultaron afectadas por los gases –en Jobar y entre Arbin y Zamalka– en horarios que coinciden con los incidentes reportados. Las fotos de los satélites rusos no permiten determinar si se trata de obuses químicos pero sugieren que la «Brigada del Islam» que ocupa la localidad de Duma quiso matar tres pájaros de un tiro: eliminar a sus rivales en el seno mismo de la oposición, lograr que se acusara a Siria de usar armas químicas y contrarrestar al mismo tiempo la ofensiva del ejército sirio contra las posiciones de los grupos armados que hostigan la capital.

El gobierno sirio no es signatario de la Convención contra las Armas Químicas –como tampoco lo es su enemigo israelí– y dispone de ese tipo de armamento. Pero los yihadistas también lo tienen, como ya lo confirmó Carla del Ponte en declaraciones que desataron la cólera de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos. Ya en diciembre de 2012, el Ejército Sirio Libre difundió un video en el que realizaba un experimento de laboratorio con un gas venenoso y amenazaba con utilizarlo contra los alauitas. Esta misma semana, el gobierno sirio descubrió en las afueras de Damasco varios escondites que contenían armas químicas, mascaras antigases y dosis de antídotos. Los productos provenían de Arabia Saudita, Qatar, Estados Unidos y los Países Bajos. Es, por cierto, a pedido del gobierno sirio –y no de los occidentales– que los expertos de la ONU se encuentran en Siria por dos semanas para investigar las alegaciones de uso de armas químicas. Para terminar, el 29 de mayo de 2013, la policía turca arrestó una docena de miembros del Frente al-Nusra y les confiscó armas químicas destinadas a su uso en Siria.

A pesar de todo eso, el presidente Obama reunió su Consejo de Seguridad Nacional el viernes 23 de agosto para examinar las opciones de ataque contra Siria en presencia de su embajadora en la ONU, Samantha Power, cabecilla de los halcones liberales. Decidió entonces reforzar la presencia de la marina de guerra estadounidense en el Mediterráneo con el envío del buque de guerra USS Ramage, un destructor portador de misiles crucero, que se une a otros 3 –el USS Gravely, el USS Barry y el USS Mahan– que ya estaban en la zona.

El sábado, el presidente Barack Obama se comunicó telefónicamente con el primer ministro británico David Cameron. Y el domingo habló con el presidente francés Francois Hollande. Los tres estuvieron de acuerdo en que había que intervenir, pero sin precisar cómo. También el domingo, el secretario de Estado John Kerry llamaba a sus homólogos del Reino Unido, Francia, Canadá y Rusia para decirles que Estados Unidos está convencido de que Siria había traspasado la «línea roja». Sus tres primeros interlocutores lo escucharon asumiendo lo que los militares llaman «posición de firmes». Pero el ministro ruso Serguei Lavrov le expresó su asombro ante el hecho que Washington se pronuncie antes del informe de los inspectores de la ONU y le advirtió sobre las «consecuencias extremadamente graves» de una intervención en la región.
El lunes, el ministro francés de Defensa, Jean-Yves Le Drian, estaba en Qatar y debía viajar después a los Emiratos Árabes Unidos para coordinar con ellos mientras que el consejero israelí de seguridad nacional –general Yaakov Amidor– era recibido en la Casa Blanca. En una conversación telefónica entre el primer ministro británico David Cameron y el presidente ruso Vladimir Putin, este último subrayó que no existe prueba alguna del uso de armas químicas por parte del gobierno sirio. Por su parte, el viceministro chino de Relaciones Exteriores, Li Baodong, telefoneó a su homóloga estadounidense Wendy R. Sherman exhortando Estados Unidos a la cordura. Consciente del riesgo de una guerra regional, cuyas primeras víctimas serían los cristianos del Oriente, el papa Francisco I reiteró sus llamados a la paz.
¿Debemos pensar que los occidentales van a entrar en guerra sin un mandato del Consejo de Seguridad, como lo hizo la OTAN en Yugoslavia? Es poco probable porque la Rusia de aquella época estaba en ruinas mientras que hoy en día tendría que intervenir, después de haber emitido 3 vetos para proteger a Siria, o renunciar a toda acción internacional. Sin embargo, Serguei Lavrov descartó sabiamente una Tercera Guerra Mundial. Precisó que su país no tenía intenciones de entrar en guerra con nadie, ni siquiera por el tema sirio. Podría tratarse por lo tanto de una intervención indirecta en apoyo a Siria, similar a la acción de China durante la guerra de Vietnam.
Irán anunció, por boca del jefe adjunto de su estado mayor, el general Massud Jazayeri, que para Teherán el ataque contra Siria sería la violación de la «línea roja», precisando que si la Casa Blanca pasa a la acción tendrá que enfrentar «graves consecuencias». Es evidente que Irán no tiene los medios que posee Rusia, ni tampoco sus alianzas, pero no hay que olvidar que está entre las 10 primeras potencias militares a nivel mundial. Partiendo de esa base, atacar Siria sería arriesgarse a una respuesta contra Israel y a sublevaciones en gran parte del mundo árabe, sobre todo en Arabia Saudita. La reciente intervención del Hezbollah libanés y las declaraciones de su secretario general Hassan Nasrallah no dejan lugar a dudas en ese sentido.

Interrogado por la prensa rusa, el presidente sirio Bachar al-Assad declaró:

«Las declaraciones de los políticos estadounidenses, occidentales y de otros países constituyen un insulto al sentido común y una expresión de desprecio por la opinión pública de sus pueblos. Es algo que no tiene sentido: se acusa primero y después se reúnen las pruebas. Eso lo está haciendo un país poderoso, Estados Unidos (…) Son acusaciones exclusivamente políticas, responden a la serie de victorias registradas por las fuerzas gubernamentales sobre los terroristas.»

En Rusia, el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Parlamento ruso, el periodista y especialista en geopolítica Alexei Pushkov comentó a través de su cuenta de Twitter: «Washington y Londres han declarado a Assad culpable antes de las conclusiones de los inspectores de la ONU. Sólo aceptarán un veredicto de culpabilidad. Cualquier otro veredicto será rechazado.»
El principio de una nueva guerra en Siria no se ajusta a los problemas económicos de Estados Unidos y los europeos. Vender armas es una manera de ganar dinero pero destruir un Estado sin esperanzas de recuperar la inversión a corto o mediano plazo sólo puede agravar una situación económica ya muy difícil.
Según un sondeo Reuters/Ipsos realizado después de las informaciones sobre el ataque del 21 de agosto más de 60% de los estadounidenses se oponen a una intervención en Siria y sólo un 9% sería favorable. Aún si estuviesen convencidos del uso de armas químicas por parte de Siria, un 46% de los estadounidenses seguirían oponiéndose a una intervención que sólo contaría con un respaldo del 25%. Ese mismo sondeo indica que los estadounidenses respaldan todavía menos la guerra secreta: el 89% declara que tampoco se debe armar a los rebeldes, contra un 11% que prefiere seguir armándolos. Los encuestadores propusieron a las personas interrogadas 4 opciones: golpes aéreos (respaldados por un 12%), creación de una zona de exclusión aérea (11%), financiamiento de una fuerza multinacional (9%) o una intervención directa de Estados Unidos (4%).
En Francia, el diario Le Figaro, propiedad del fabricante y vendedor de armas Dassault, también sondeó a sus lectores. Al cabo de un día, el 79,6% se había pronunciado contra la guerra, respaldada solamente por un 20,4%.
Será por lo tanto muy difícil para los occidentales invertir radicalmente el sentir de su opinión pública y entrar en guerra.
También es posible otra interpretación de los hechos. Ya que varios videos de víctimas de los ataques químicos fueron publicados en internet horas antes de los ataques, siempre cabe la posibilidad de que los occidentales «descubran» el engaño en el momento adecuado para dar marcha atrás. El escándalo de las supuestas armas químicas en Irak demostró, sin embargo, que los occidentales pueden darse el lujo de mentir a la comunidad internacional y reconocerlo ulteriormente –y sin mayores consecuencias– luego de haber cometido la fechoría que querían justificar.
Las acusaciones de los yihadistas y de sus padrinos occidentales se producen en medio de una vasta ofensiva del Ejército Árabe Sirio, bautizada «Escudo de Damasco» y destinada a limpiar los alrededores de la capital. El lanzamiento de los dos obuses de la «Brigada del Islam» tuvo lugar en respuesta al inicio de esa ofensiva, que se desarrolló durante 5 días y ocasionó grandes pérdidas a los yihadistas –al menos 1 500 bajas entre muertos y heridos. La agitación de los occidentales puede por lo tanto ser una forma de guerra sicológica tendiente a ocultar esa derrota y a paralizar a la vez la ofensiva siria. Para Washington es en todo caso una forma de poner a prueba la respuesta iraní después de la elección de Hassan Rohani como presidente. Y ahora se sabe claramente que este último no podrá oponerse a la política del Guía de la Revolución, el ayatola Ali Khamenei.

En el momento de la guerra contra Libia subestimé la capacidad de Estados Unidos para violar todas las reglas, incluyendo las de la OTAN. Basándome en el contenido de los documentos de la propia OTAN, insistía yo en la larga capacidad de resistencia de la Yamahiriya ante su oposición armada. Yo no sabía en aquel momento que una reunión secreta había tenido lugar en la base de la OTAN en Nápoles, a espaldas del Consejo de la alianza atlántica. Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, Dinamarca y Turquía, con Israel, Qatar y Jordania estaban planificando en secreto el uso de los medios de la OTAN para bombardear la capital de Libia [1]. Excluyeron de aquella reunión a los aliados que se oponían a un ataque tan costoso en vidas humanas. La OTAN había dejado de ser una «alianza» en el sentido real de la palabra para convertirse en una coalición de circunstancia. En pocos días, la toma de Trípoli dejó un saldo de 40 000 muertos, según los informes internos de la Cruz Roja. Un dispositivo similar puede estar organizándose en este momento ya que los jefes de estado mayor de prácticamente los mismos países –a los que se unen ahora Arabia Saudita y Canadá– están reunidos, desde el domingo y hasta esta noche [martes 27 de agosto de 2013] en Amman, bajo la presidencia del comandante del CentCom, el general Lloyd J. Austin III. Los participantes estudian 5 opciones: entrega de armas a los Contras, imposición de una zona de no sobrevuelo, creación de zonas-tapones e invasión terrestre.

La prensa atlantista está llamando a la guerra. En Londres, The Times ya la anuncia.
El presidente Barack Obama podría seguir, de esa manera, el plan de guerra ya establecido por su predecesor George W. Bush desde el 15 de septiembre de 2001, plan que además de los ataques contra Afganistán e Irak preveía también las agresiones contra Libia y Siria, como ha revelado el general estadounidense Wesley Clark [2], ex comandante de la OTAN. Problema: por primera vez, el blanco seleccionado dispone de muy serias alianzas.
Esa variante contradice, sin embargo, todos los esfuerzos que la administración Obama había venido realizando desde hace un año para eliminar los obstáculos a la celebración de la conferencia Ginebra 2: dimisión del general David Petraeus y de los partidarios de la guerra secreta; no renovación del mandato de Hillary Clinton y de los ultrasionistas; acusaciones legales invalidantes contra los opositores irreductibles de toda alianza con Rusia, esencialmente en el seno de la OTAN y del escudo antimisiles. Y también contradice los esfuerzos de John Brennan, el ahora jefe de la CIA, por provocar enfrentamientos en el seno de la oposición armada siria, por exigir la abdicación del emir de Qatar y amenazar a Arabia Saudita.
Mientras tanto, Siria se prepara, en la medida de lo posible, para cualquier eventualidad, incluyendo un bombardeo de la OTAN contra los centros de mando y los ministerios, acción que puede estar coordinada con un asalto de los yihadistas contra la capital. Pero la opción más probable no es el inicio de una guerra regional que escaparía al control de las potencias occidentales sino un ataque –en otoño– bajo la supervisión de Arabia Saudita y concretado por los combatientes que ese reino está reclutando actualmente, operación que se desarrollaría con el posible respaldo de la Liga Árabe.

Thierry Meyssan


Fuente
Les Occidentaux sont-ils prêts à bombarder la Syrie ?
par Thierry Meyssan
Réseau Voltaire | Damas (Syrie) | 27 août 2013
http://www.voltairenet.org/article179927.html
¿Están dispuestos los occidentales a bombardear Siria?
por Thierry Meyssan Red Voltaire | Damasco (Siria) | 27 de agosto de 2013
http://www.voltairenet.org/article179933.html


Notas
[1] Entre las decisiones de aquella reunión había una larga lista de blancos y de medios a desplegar para abatirlos. Estaba previsto el envío de un comando encargado de eliminarme en el hotel Radisson, donde yo residía. Pero en el momento del ataque yo me encontraba en el centro de prensa, en el hotel Rixos.
[2] Ese plan prevé también la destrucción del Líbano, Sudán y Somalia antes de terminar con Irán.

Las Luces contra el colonialismo

Thierry Meyssan

Los acontecimientos que acabamos de vivir desde el 21 de agosto –el anuncio del bombardeo aliado contra Siria y su rechazo por la Cámara de los Comunes británica– no son una competencia entre grandes potencias coloniales sino que ilustran la rebelión de los pueblos occidentales contra sus propios dirigentes. Para Thierry Meyssan, los occidentales están ahora enfrentados a sus propias contradicciones: explotar al resto del mundo imponiéndole su ley o tratar de vivir en paz bajo el reino de la Razón.


Voltaire y Rousseau. Dos filósofos, representantes de las aspiraciones de clases sociales diferentes, que cuestionaron el orden del mundo. Ante el predominio del hombre blanco y su religión, ellos optaban por la Razón.

Como en una tragedia griega, los occidentales que anunciaban sus intenciones de bombardeo inminente contra Siria no han hecho nada y ahora se disputan entre sí. Como decía Eurípides: «Cuando los dioses quieren destruir a alguien, comienzan enloqueciéndolo».
De un lado, los líderes de los Estados miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU: Barack Obama, David Cameron y Francois Hollande; del otro lado, sus propios pueblos. De un lado, la hybris (ὕϐρις), la arrogancia de las últimas potencias coloniales; del otro lado, las Luces de la Razón. Frente a ellos, los sirios, silenciosos y sufridos… y sus aliados, rusos e iraníes, a la espera.
El drama que se está desarrollando no es un enésimo episodio de la lucha por el control del mundo sino un momento crucial como no se ha visto otro en la Historia desde 1956 y la victoria de Nasser en el Canal de Suez. En aquel momento, el Reino Unido, Francia e Israel tuvieron que renunciar a su sueño colonial. Vendrían después las guerras de Argelia y de Vietnam y el fin del apartheid en Sudáfrica, pero ya se había roto el impulso que había llevado a Occidente a dominar el mundo.

Aquel sueño recobró fuerza cuando George W. Bush emprendió la conquista de Irak. Ante el declive de su propia economía e impulsadas por la creencia en la desaparición próxima del crude oil, las transnacionales estadounidenses utilizaron ejércitos aliados para reconquistar el Oriente. Durante todo un año, una empresa privada, la Autoridad Provisional de la Coalición, gobernó y saqueó Irak. Aquel sueño continuó luego con Libia, Siria y Líbano, y después les tocaría a Somalia y Sudán, antes de culminar en Irán, como reveló el general Wesley Clark, ex comandante en jefe de la OTAN.
Pero la experiencia ya vivida en Irak demostró que, aún exhausto después de los años de guerra contra Irán y de años de sanciones internacionales, un pueblo educado no puede ser colonizado. La diferencia de condición entre los occidentales –capaces de leer y escribir y conocedores del uso de la pólvora– y el resto del mundo ha dejado de existir. Hasta los pueblos más ignorantes ven ahora la televisión y reflexionan en términos de relaciones internacionales.
Y eso no puede dejar de tener consecuencias: los pueblos occidentales no están sedientos de sangre. Convencidos de su supuesta superioridad, se lanzaron a la conquista del mundo… y regresaron lastimados. Así que hoy se niegan a participar nuevamente en esa aventura criminal sólo por beneficiar a los magnates de la industria. Ese es el significado del voto de la Cámara de los Comunes en rechazo a la moción de David Cameron para atacar Siria.
¿Tienen los pueblos conciencia exacta de sus actos? Claro que no. Son pocos los occidentales, europeos y estadounidenses, que han entendido cómo provocó la OTAN la secesión de Bengazi y la disfrazó de revolución contra Muammar el-Kadhafi antes de arrasar el país entero con un diluvio de bombas. Son muy pocos los occidentales que han reconocido en la bandera del Ejército Sirio Libre –verde, blanca y negra– la bandera de la época de la colonización francesa. Pero todos saben que de eso se trata.
La estrategia de comunicación de Downing Street y de la Casa Blanca es de una asombrosa arrogancia. En su nota sobre la legalidad de la guerra, la oficina del primer ministro británico afirma que el Reino Unido puede intervenir sin mandato del Consejo de Seguridad de la ONU para impedir que se cometa un crimen, a condición de que su intervención se realice exclusivamente con ese objetivo y de que sea proporcional a la amenaza. Pero ¿cómo impedir que un ejército utilice armas químicas? ¿Bombardeando el país?

La Casa Blanca, por su parte, divulgó una nota de sus servicios de inteligencia, que aseguran tener «certeza» sobre el uso de armas químicas por parte de Siria. ¿Hubo que gastar más de 50 000 millones de dólares para parir una teoría del complot carente de la menor prueba tangible?
En 2001 y 2003, la acusación se convertía en ley. Colin Powwel podía darse el lujo de atacar Afganistán a cambio de una simple promesa de presentación ulterior de pruebas de la participación de los talibanes en los atentados del 11 de septiembre… y nunca presentarlas al Consejo de Seguridad. Podía ponerlo a oír falsas grabaciones telefónicas supuestamente interceptadas y agitar una probeta con algo que él decía que era ántrax antes de irse a arrasar Irak… y presentar después –en vez de pruebas– sus excusas personales por aquellas mentiras. Pero hoy en día Occidente se ve ante sus propias contradicciones entre partidarios de la colonización y defensores de la Razón.
Lo que hoy está en juego en Siria es nada menos que el porvenir del mundo. Los dirigentes de los Estados occidentales, siempre en busca de ganancias y poder, ya no logran explotar más a sus propios pueblos y dirigen sus ambiciones hacia el exterior. Pero enfrentan la oposición de los representantes de sus pueblos. Los franceses votarían sin dudas igual que los británicos… si la Asamblea Nacional de Francia fuese llamada a pronunciarse. Lo mismo puede suceder en Estados Unidos cuando se consulte al Congreso.
Mientras tanto, en vez de esforzarse por resolver sus problemas económicos internos, Washington, Londres y París rivalizan en declaraciones grandilocuentes y belicistas, devorándose entre sí sobre las ruinas de sus glorias pasadas.

Nota en la edición original:
Este artículo publicado esta mañana en Siria e Italia, fue escrito antes del anuncio por Barack Obama de la consulta del Congreso de los Estados Unidos



Thierry Meyssan



Fuente
Les Lumières contre le colonialisme  Al-Watan (Siria)
par Thierry Meyssan. 1er septembre 2013. http://www.voltairenet.org/article179999.html
Las Luces contra el colonialismo. Thierry Meyssan. Red Voltaire 1 septiembre 2013.
http://www.voltairenet.org/article180006.html

Las «pruebas» secretas de la CIA contra Assad

Manlio Dinucci

El presidente de Estados Unidos habla de pruebas que demuestran la culpabilidad del gobierno de Assad, pero las mantiene en secreto para proteger las fuentes y métodos de sus servicios de inteligencia. O sea, tenemos que creer en su palabra… a pesar de que su predecesor no tenía el más mínimo reparo en fabricar pruebas falsas. Manlio Dinucci nos recuerda que lo que sí tenemos en este momento son pruebas del uso de armas químicas en conflictos muy recientes, incluyendo Irak, pero por parte del Pentágono.


 

El gobierno sirio ha perpetrado el peor ataque químico de este siglo. Eso es lo que declara el presidente Obama basándose en investigaciones de la comunidad de inteligencia de Estados Unidos, red tentacular de servicios secretos que se compone de 17 agencias federales. En primer lugar está la CIA, célebre por su rigor moral y por la fiabilidad de sus informes, virtudes que ha demostrado fehacientemente organizando los golpes de Estado más sanguinarios –en Indonesia, en 1965, y en Chile, en 1973– y fabricando en 2003 las pruebas –presentadas al Consejo de Seguridad de la ONU– que justificaban la guerra e invasión desatadas contra Irak.

Los resultados de esa investigación se exponen en el documento de la Casa Blanca U.S. Government Assessment of the Syrian Government’s Use of Chemical Weapons on August 21, 2013 [1]. Según lo que en ese documento se identifica vagamente como «fuentes independientes», fueron las fuerzas gubernamentales las que recurrieron, el 21 de agosto de 2013, al uso de armas químicas en 12 localidades de la periferia de Damasco. Pero no pierda usted su tiempo buscando las pruebas en ese documento. Este no es más que un «resumen desclasificado de lo sucedido». Las páginas que contienen las presuntas pruebas son «classified», o sea se mantienen en secreto para «proteger las fuentes y métodos». Y por lo tanto, dichas pruebas se han entregado únicamente «al Congreso [de Estados Unidos] y a los socios internacionales fundamentales» [como las monarquías absolutistas del Golfo que para nada necesitan verdaderos parlamentos. NdlR.].
El gobierno de Estados Unidos, explica Obama, encontró las pruebas «sin esperar por los inspectores de las Naciones Unidas». Y sin escuchar a Carla Del Ponte, quien al término de una investigación de la ONU atribuyó el uso de armas químicas a los «rebeldes». Confirmando además que el Consejo de Seguridad de la ONU sólo tiene valor para Estados Unidos cuando le da luz verde para sus guerras –autorizando «todas las medidas necesarias», como sucedió en el caso de Libia–, Obama subraya en tono altanero: «Sigo adelante cómodo sin la aprobación de un Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas hasta ahora paralizado y que no se decide a considerar a Assad responsable» [2].

En verdad sigue adelante, pero no tan «cómodamente». Aún si la Liga Árabe, bajo la presión de Kerry, pidiese «todas las medidas necesarias» contra Damasco, le falta la participación directa de ciertos aliados europeos, ausencia provocada esencialmente por dificultades políticas y económicas internas. Cameron quiere «una respuesta dura» contra Assad pero se estrelló contra la desaprobación del Parlamento. Merkel declara que «el ataque químico no debe quedar impune», pero Alemania no participa en una acción militar. Letta acusa al gobierno sirio de «crimen contra la humanidad» y expresa su «comprensión» ante una intervención militar de Estados Unidos y Francia, en la que el gobierno italiano no puede participar sin mandato de la ONU –aunque participe ayudando a los mandos y las bases estadounidenses en Italia a preparar el ataque, calificado por el ministro [italiano] de Defensa Mauro como «una señal para Assad, no una verdadera guerra».
Las dudas y temores van por lo tanto en aumento, mientras que los manifestantes contra la guerra salen a la calle, incluso ante la Casa Blanca. Es entonces cuando el presidente Obama se acuerda bruscamente de que él es «demócrata» y anuncia que «para el uso de la fuerza pedirá la autorización de los representantes del pueblo americano en el Congreso». Pero asegura que él está dispuesto a dar la orden de ataque en cualquier momento. «¿Qué mensaje estaríamos transmitiendo si un dictador puede gasear a cientos de niños sin ser castigado?», pregunta Obama.
Estados Unidos ya transmitió un mensaje… cuando mató a millones de vietnamitas, entre los que se hallaban numerosísimos niños, incluso con el famoso Agente Naranja [3], que después del fin de la guerra de Vietnam ha seguido provocando muertes y nacimientos de bebés con malformaciones, y perpetrando masacres en Irak, Yugoslavia, Afganistán y Libia a golpe de bombas químicas y fósforo blanco.
Y sin que nunca se haya castigado a un presidente de Estados Unidos.

Manlio Dinucci

 

Fuente
Las «pruebas» secretas de la CIA contra Assad. Manlio Dinucci Il Manifesto (Italia) http. Red Voltaire | Roma (Italia) http://www.voltairenet.org/article180075.html

 

Notas
[1] U.S. Government Assessment of the Syrian Government’s Use of Chemical Weapons on August 21, 2013, Voltaire Network, 30 de agosto de 2013.
[2] “I’m comfortable going forward without the approval of a United Nations Security Council that, so far, has been completely paralyzed and unwilling to hold Assad accountable.”
[3] El Orange Agent o Agente Naranja es un compuesto de dioxina extremadamente toxico. Nota de la Red Voltaire.

Demencia criminal del régimen de Estados Unidos

Finian Cunningham

 

Se dice que el poder absoluto corrompe absolutamente. Este dicho se aplica mejor que nunca al presidente de los Estados Unidos, a su gobierno y a los lacayos de Wall Street que se sientan en el Congreso.
Pero aquí la corrupción abarca, además de su significado usual de ausencia de una conducta ética, la incapacidad de razonar y reflexionar con algo de inteligencia. La clase política del país más poderoso de la Tierra es tan indulgente con su arrogancia y prepotencia que ya es incapaz de percibir lo ridículos que resultan para el resto del mundo. En pocas palabras, la locura criminal parece ser la condición de los cabecillas estadounidenses y de sus marionetas, incluidos los grandes media.
El presidente estadounidense y su pandilla del Capitolio se pavonean y hablan como si desde un espejo hechizado se reflejara su hermosura, cuando el mundo los ve como espantosos payasos, cadavéricos hipócritas, ilusos delirantes, con su desorbitado poder y su imprudente predisposición a apretar el gatillo.
En realidad, es tan ridícula la pose de Washington que Estados Unidos, el estado más terrorista del planeta, parece haber añadido una nueva arma a su arsenal de armamentos de destrucción masiva, una que induce en las víctimas incontrolables carcajadas al punto de morir por asfixia o partido de la risa.
El presidente Obama podría haber estado probando esta nueva arma de “risa masiva” el último fin de semana cuando anunció que iba a pedir al Congreso el respaldo al ataque militar contra Siria. Eso fue después de que su gobierno acusara al gobierno sirio de “asesinar a más de mil víctimas de su propio pueblo” con armas químicas en un barrio de Damasco el 21 de agosto.

La muerte de centenares de civiles inocentes, incluyendo mujeres y niños, no es ciertamente un motivo de risa. Pero es una burla cruel a su memoria que el presidente americano trate de usar estas muertes como una excusa para acelerar su plan criminal y evidente de cambiar de régimen a Siria.
Mientras se les llena la boca de la “confianza absoluta” que tienen en sus alegaciones secretas contra el gobierno del presidente Bashar Al Assad, el resto del mundo está más que convencido que han sido los mercenarios, que respalda Estados Unidos, quienes han cometido las masacres con las armas químicas proporcionadas por su aliada Arabia Saudita.
Tan fuera de sí está el maquiavélico presidente americano que su colega ruso, Vladimir Putin, tuvo que telefonearle para recordarle que es un Premio Nobel de la Paz y debería actuar en consecuencia, en lugar de jugar con un fuego que podría incendiar la región y el planeta entero.
Quiero dirigirme a Obama como el Premio Nobel de la Paz que es. Antes de usar la fuerza en Siria, estaría bien pensar en las futuras víctimas”, dijo Putin, como si estuviera hablando a un idiota, que lo es. “Rusia le pide que lo piense dos veces antes de tomar una decisión sobre una acción en Siria”.

Aparte de los regímenes sin ley más reaccionarios del mundo, Arabia Saudita e Israel, el resto de la humanidad le pide también al gobierno estadounidense pensárselo dos veces antes de masacrar a miles de personas más, en una región que ya está al borde de la guerra. Incluso los británicos, normalmente tan fervorosos, se han retirado ante tal temeridad.
Obama dice que “solo” pretende un “ataque limitado con misiles” sobre Siria como medida “punitiva” para disuadirles del uso de armas químicas.
En su declaración del sábado desde La Rosaleda de la Casa Blanca, Obama empleó palabras aromadas de empalagosa hipocresía. “¿Qué mensaje le enviamos a un dictador que gasea y mata a cientos de niños a la vista de todos y no paga un precio? Somos los Estados Unidos de América, y no podemos ni debemos cerrar los ojos a eso.”
Esto lo dice el líder del mismo estado terrorista que suministró armas químicas al exdictador iraquí Sadam Huseín y las coordenadas para gasear a miles de iraníes y kurdos en los ochenta; es el mismo Estados Unidos del terror que bombardeó con fósforo blanco la ciudad iraquí de Faluya entre otras en 2005 y 2006, durante su genocida guerra de ocupación ilegal; es el mismo estado terrorista que envenenó Irak y a generaciones de niños con uranio empobrecido; el mismo estado terrorista que ha suministrado a Israel y a otros aliados como Arabia Saudita y Baréin con una plétora de químicos tóxicos que se emplean contra civiles cada día de la semana.

Nadie en su sano juicio cree una sola palabra de lo que los cabecillas estadounidenses dicen sobre las armas químicas sirias. El ministro de exteriores ruso Serguéi Lavrov hizo notar cómo dicen tener “súper convincentes” evidencias de que el gobierno sirio es responsable, pero aún así los americanos no presentan las supuestas pruebas.
Lavrov también insinuó el demencial concepto del funcionario americano, señalando la contradicción de Washington que dice que apoyará la eludida conferencia de paz de Ginebra pero sólo después de una andanada de misiles sobre Siria.
Y después que ellos bombardeen, estarían dispuestos a convocar la conferencia llamada Ginebra II”, dijo el diplomático ruso, como describiendo a un sanguinario psicópata; lo cual es apropiado verdaderamente.
Estados Unidos está virtualmente solo frente a la humanidad, creído en su derecho a bombardear a quien quiera en base a sus propias indignantes y calculadas mentiras. Incluso sus marionetas Ban Ki-Moon, Secretario General de la ONU, Stephen Harper, primer ministro de Canadá, la patética Liga Árabe y Anders Fogh Rasmussen de la OTAN se han distanciado ellos mismos del ataque a Siria propuesto por USA.
Me siento cómodo avanzando sin la aprobación del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que, hasta ahora, ha estado completamente paralizado y reticente a responsabilizar a Al Asad”, dijo Obama.
¿Cómodo? ¿Perpetrando una guerra de agresión lanzando cientos de misiles de crucero sobre un país soberano que ni amenaza ni ha amenazado a los Estados Unidos?

Lo que Obama quiere decir con que el Consejo de Seguridad está paralizado es que rehúsa a hacer el esfuerzo por satisfacer la sed de sangre y el terror de estado de Washington.
Parte de este terrorismo es poner una pistola en la cabeza de Siria y del resto del mundo mientras pasan los próximos días esperando que el Congreso delibere si sí o si no se concede a sí mismo el derecho a bombardear otro país –bajo la premisa de sus arrogantes delirios de grandeza y sus disparatadas mentiras–.
Con ese fin, Obama dijo: “Nuestras Fuerzas Armadas han tomado posiciones en la región. El presidente de la Junta de Jefes [General Martin Dempsey] me ha informado que están preparados para atacar cuando elijamos. Además, me ha indicado que nuestra capacidad para ejecutar esta misión es independiente del momento; será efectiva mañana, o la próxima semana o el mes que viene. Y yo estoy preparado para dar la orden.”
Tan loca y autoacusatoria vociferación sería divertida, si no fuera tan descabelladamente criminal.

 

 

Fuente
Criminal insanity of US regime
Finian Cunningham (PRESS TV)
Sep 3rd, 2013
http://www.presstv.ir/detail/2013/09/02/321757/criminal-insanity-of-us-regime/
(también en http://nsnbc.me/2013/09/03/criminal-insanity-of-us-regime/)
Traducción: Ignacio Sánchez


CONTRA LA AGRESIÓN IMPERIALISTA EN SIRIA

EEUU, Reino Unido y Francia están organizando una agresión contra Siria de acuerdo con el estado sionista de Israel, la OTAN y las monarquías feudales del Golfo y contra cualquier propuesta de solución política al conflicto.
Quienes encabezan esta coalición son los mismos que llevaron a cabo terribles guerras basándose en mentiras sobre la existencia de armas de destrucción masiva,  con los pretextos de proteger a la población civil y  defender los Derechos Humanos. Estas guerras han producido y siguen produciendo millones de víctimas inocentes y la destrucción, la miseria y el caos en los países agredidos, como ocurrió en Afganistán, Irak y Libia.
Se disponen a atacar Siria a pesar de que su gobierno ha autorizado la misión de investigación de la ONU sobre el uso de armas químicas y después de haber aprobado reformas para la realización de un diálogo político rechazado por los llamados "rebeldes".
De producirse este ataque, sin duda, tendrá graves consecuencias para todos los pueblos y supone una seria amenaza a la paz mundial.
Tenemos la convicción de que es imprescindible encontrar una solución política y pacífica, que rechace cualquier intento de socavar la independencia, la soberanía e integridad territorial de Siria, según el derecho a la autodeterminación de todos los pueblos. En este sentido exigimos la celebración de la Conferencia Ginebra 2, para la paz y para un acuerdo político que permita abordar la solución del conjunto de problemas que afectan tan dramáticamente al pueblo sirio.
Rechazamos contundentemente la intervención del estado español en esta guerra, bajo cualquier forma y el uso de las bases militares de Rota y de Morón para tal fin. Así mismo exigimos que se abra de nuevo la Embajada de Siria y el retorno del Embajador.

NO A LA GUERRA
ABAJO EL IMPERIALISMO

Plataforma contra las guerras imperialistas


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